MEMORIAS ONÍRICAS

La obra se enmarca en un sueño experimentado por el autor en una localidad de la costa chilena, durante el cual le van aflorando, desde su inconsciente, memorias de episodios vividos hace más de 50 años y a quincemil quilómetros de distancia, durante la postguerra española, en la pequeña ciudad de Gerona. El núcleo de esas memorias lo constituye la madre, Doña Julia. Como consecuencia de un extraño envenenamiento sufrido en la Iglesia del Carmen, causante también de la muerte del sacerdote que acababa de darle la comunión, quedó ella sumida en un fantástico mundo onírico, transcurriendo por su mente historias “mistéricas”, cuyo enigma psicoanalítico remite a vivencias infantiles reprimidas en su inconsciente. La pesquisa policial va vinculada a personajes del Seminario diocesano y de un convento de monjas de clausura, con planteamientos teológicos propios de la época franquista. A l mismo tiempo, el relato profundiza en los antecedentes familiares vividos por sus diversos personajes, permitiendo así comprender mejor su dramático desenlace , como resultado de una especie de “nostalgia del seno materno” reprimida.